El 20 de noviembre de 1845 se da la batalla de la Vuelta de Obligado, hecho que durante largos años fue olvidado en los colegios. Allí pelearon, entre otros, el General Mansilla; Quiroga, el hijo de Facundo; Thorne, que quedó sordo por su oficio de artillero y también Alzogaray, antepasado de quien fuera economista liberal y político de la derecha, el ingeniero Álvaro Alsogaray.
Mapa didáctico de la batalla de la Vuelta de Obligado. ¿Cómo no vamos a poder con los fondos buitres?
La batalla fue una derrota, dado que los invasores lograron pasar, después de romper las cadenas y desembarcar con fuerzas superiores a las criollas; pero fue un ejemplo de heroísmo en defensa de la soberanía. Los barcos de guerra extranjeros iban seguidos de barcos mercantes que pretendían abrir el comercio en el litoral argentino y el Paraguay. Lograron pasar pero se encontraron con nuevos ataques en San Lorenzo y Tonelero, por lo cual finalmente debieron regresar sin cumplir su objetivo mercantil.
San Martín, en una nueva carta a Rosas, condena la intervención: “injustísima agresión y abuso de la fuerza que en el día emplean Francia y la Inglaterra contra nuestro país”. Tomás Guido, en carta a San Martín se refiere a las causas de esta intervención, juzgando a Inglaterra como la principal responsable: “¿Y qué gran motivo se alega para estas horrendas tropelías? No es agravio u ofensa de índole alguna contra ningún súbdito de ambas naciones. Por el contrario. Mr. Mendeville a su despedida y Mr. Hotham, al poner el bloqueo, se declararon reconocidos a la ‘amplia protección’ que gozaban en Buenos Aires sus nacionales y, en general, todos los extranjeros. No es el sistema administrativo del general Rosas, porque a trompa tañida proclaman Mr. Ouseley y Deffaudis su respeto a la persona del jefe de la República y a su régimen interno.
Entonces, ¿cuál es la causa positiva de estos desafueros? La aduana de Montevideo. Las adquisiciones de una compañía inglesa. El tratado de comercio y navegación celebrado por Inglaterra con el gobiernillo de aquella plaza. El interés mercantil y político de aquella nación […]. Si Oribe triunfa, no será tan ancho el campo para los especuladores ingleses, no habrá la docilidad de sus adversarios a la política de Inglaterra. Ahí tiene usted la clave de tanta inquietud. Cualquier otro pretexto general es historia de viejas o, como decían nuestros padres, engañabobos”. San Martín le contesta: “yo soy como las mulas chúcaras que orejean al menor ruido, es decir, que estoy sobre el quién vive, de todo lo que viene de Inglaterra […]. De todos modos, me asiste una confianza segura de que a pesar de la desproporción de fuerzas y recursos el General Rosas triunfará de todos los obstáculos”.
"El General Rosas triunfará de todos los obstáculos" -como decía San Martín- de los fondos buitres de aquellos tiempos.
Mapa didáctico de la batalla de la Vuelta de Obligado. ¿Cómo no vamos a poder con los fondos buitres?
La batalla fue una derrota, dado que los invasores lograron pasar, después de romper las cadenas y desembarcar con fuerzas superiores a las criollas; pero fue un ejemplo de heroísmo en defensa de la soberanía. Los barcos de guerra extranjeros iban seguidos de barcos mercantes que pretendían abrir el comercio en el litoral argentino y el Paraguay. Lograron pasar pero se encontraron con nuevos ataques en San Lorenzo y Tonelero, por lo cual finalmente debieron regresar sin cumplir su objetivo mercantil.
Placa conmemorativa del segundo combate de San Lorenzo en el Campo de la Gloria. La filiación política del intendente municipal es radical.
San Martín, en una nueva carta a Rosas, condena la intervención: “injustísima agresión y abuso de la fuerza que en el día emplean Francia y la Inglaterra contra nuestro país”. Tomás Guido, en carta a San Martín se refiere a las causas de esta intervención, juzgando a Inglaterra como la principal responsable: “¿Y qué gran motivo se alega para estas horrendas tropelías? No es agravio u ofensa de índole alguna contra ningún súbdito de ambas naciones. Por el contrario. Mr. Mendeville a su despedida y Mr. Hotham, al poner el bloqueo, se declararon reconocidos a la ‘amplia protección’ que gozaban en Buenos Aires sus nacionales y, en general, todos los extranjeros. No es el sistema administrativo del general Rosas, porque a trompa tañida proclaman Mr. Ouseley y Deffaudis su respeto a la persona del jefe de la República y a su régimen interno.
Autorretrato del enviado británico a amenazar a la Confederación sobre la intervención armada junto a Francia, William Gore Ouseley.
Entonces, ¿cuál es la causa positiva de estos desafueros? La aduana de Montevideo. Las adquisiciones de una compañía inglesa. El tratado de comercio y navegación celebrado por Inglaterra con el gobiernillo de aquella plaza. El interés mercantil y político de aquella nación […]. Si Oribe triunfa, no será tan ancho el campo para los especuladores ingleses, no habrá la docilidad de sus adversarios a la política de Inglaterra. Ahí tiene usted la clave de tanta inquietud. Cualquier otro pretexto general es historia de viejas o, como decían nuestros padres, engañabobos”. San Martín le contesta: “yo soy como las mulas chúcaras que orejean al menor ruido, es decir, que estoy sobre el quién vive, de todo lo que viene de Inglaterra […]. De todos modos, me asiste una confianza segura de que a pesar de la desproporción de fuerzas y recursos el General Rosas triunfará de todos los obstáculos”.
"El General Rosas triunfará de todos los obstáculos" -como decía San Martín- de los fondos buitres de aquellos tiempos.
Los pactos celebrados con Inglaterra (tratado Arana-Southern), 24/11/1849) y con Francia (Arana-Lepredour, 30/8/1950) ratificaron la política exterior soberana mantenida por Rosas, reconociéndose nuestra jurisdicción sobre la navegación de los ríos interiores, retirándose las fuerzas enemigas y siendo saludado el pabellón argentino por veintiún cañonazos en señal de desagravio. Ya años atrás de estos episodios, el Gral. San Martín había decidido legarle a Rosas el sable de su campaña libertadora, lo cual consta en su testamento.
Al saberse en París que la reina Victoria mandó a Southern la carta regia para concluir el tratado con la Confederación, la prensa francesa se mofó de la derrota que Rosas ha infligido a Inglaterra. En respuesta, London Times reprodujo el borrador ya el 1 de agosto (casi 30 días antes de estar publicado), el texto íntegro del convenio Lepredour (indudablemente facilitado por el Intelligence Service). Después de tantas frases heroicas la capitulación francesa era más humillante que la inglesa.
Francia tardará en rendirse, pues muchos querían continuar la guerra, mientras don José de San Martín se esforzaba por convencer que "todos (los argentinos) se unirán y tomarán una parte activa en la lucha", por lo que la invasión se prolongaría "hasta el infinito".
La protesta es total. No solamente Le Constitutionnelle de Thiers con su rosismo de vieja data. Todos los diarios de Francia, con Le Sièclea la cabeza, se lanzan contra “el tratado Lepredour”. Ni siquiera La Presse de Girardin defiende al contralmirante.
El 20 de agosto llega a París Melchor Pacheco y Obes para mover influencias contra el tratado Lepredour.Adolphe Thiers, jefe del gobierno francés.