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Channel: PROFESOR DANIEL ALBERTO CHIARENZA
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22 DE OCTUBRE DE 1945: CONTRAEN MATRIMONIO CIVIL: PERÓN Y EVITA.

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Casamiento Civil de Perón y Evita.

Después del 17 de Octubre, al reencontrarse Perón con Evita, deciden descansar unos días en la casa quinta que el Coronel poseía en San Vicente. Se casarían por civil el 22 de octubre de 1945, en su mismo domicilio de la calle Posadas, oficiando la ceremonia el Jefe del Registro Civil de Junín (puesto que no quisieron darle la trascendencia al acto que hubiera comportado si se hubieran casado en un Registro Civil de Capital). Oficiaron de testigos del acto el coronel Domingo Alfredo Mercante, tal vez el más leal amigo de Perón –no sabemos si Perón de él-, y Juancito Duarte.

Días previos al casamiento en la Quinta de San Vicente del Coronel del Pueblo.

La ceremonia religiosa tendría lugar el 10 de diciembre de 1945 en la iglesia San Francisco de La Plata, siendo sus padrinos el coronel Domingo Mercante y Doña Juana Ibarguren, la madre de Evita.

Día del casamiento religioso entre Perón y Evita.

Ese Junín de su infancia -aunque ella hubiera nacido en Los Toldos- que recordaría momentos antes de su muerte aquel sábado 26 de julio de 1952, hablando con su amiga Irma Cabrera, volvía a hacerse presente en el oficial que los casó. En algunos autores hay una confusión tremenda y la hacen nacer en Los Toldos -como realmente fue-, sí, pero en la calle Winter 90, que fue uno de los cuatro domicilios que la familia tuvo en Junín. Es que la desaparición de su acta de nacimiento, su posterior destrucción y el reemplazo de ese documento por una inscripción fraudulenta en el Registro Civil de la ciudad de Junín (bajo el folio número 728), acrecentaron el mito. Súmase a esta circunstancia los datos falseados durante la ceremonia del casamiento civil en Junín entre Eva Duarte y Juan Perón, las alternativas que contribuyeron al equívoco.
Un testimonio recogido por algunos estudiosos de la vida de Evita: Borroni y Vacca, refiere cómo se hizo desaparecer el acta de nacimiento de Eva Duarte:
"Corrían los primeros meses de 1945, cuando un día se presentó al despacho del jefe del Registro Civil de Los Toldos una de las hermanas, de nombre Elisa, de la que más tarde sería principal figura de esa década. Venía a pedir un testimonio de la partida de nacimiento de María Eva y otro a su nombre, haciendo notar que debía figurar con el apellido Duarte; contestó mi hermano que a nombre de ese apellido no había partida alguna, porque eran hijas adulterinas y, por lo tanto, sólo figuran con el nombre de la madre. La peticionante insistió y le rogó hiciera ese gran favor, que sería bien recompensado, pues María Eva se iba a casar con Perón, y que ése sería presidente de la República. Con la exigencia por parte de la hermana de María Eva, mi hermano Evaristo (por entonces jefe del Registro Civil de Los Toldos) vino hasta Buenos aires para informarse de ese pedido, y estando en casa se recibió otra carta de ella ordenando se le extendiera ese documento.
"Personalmente fuimos a ver al director general del Registro Civil, en La Plata, y mi hermano le dijo que como funcionario no podía fraguar un instrumento público, dejando al criterio del director, por si él lo quería otorgar. Cuando estábamos en esa conversación, yo le propuse que si esa persona que había hecho el pedido, o la que convivía con Perón, preguntaba por las partidas, le dijera que a su nombre no había asiento alguno y, por lo tanto, correspondía hiciera una información sumaria. Y así quedó archivado el asunto, sabiendo más tarde que quien fraguó las partidas, haciendo figurar como que todos habían nacido en Junín, fue nombrado alto funcionario del Banco de la Provincia de Buenos Aires.
"Pero cuando falleció la que era Primera Dama se suscitó una conversación en el Club Social de Los Toldos sobre la edad que tendría, y para dar por terminada toda discusión mi hermano le propuso a una persona -que no recuerdo su apellido, pero que era senador provincial por ese distrito- lo acompañara hasta su despacho para verificar la partida de nacimiento, como así también la de los hermanos, pues todos nacieron en Los Toldos. Cuando mi hermano sacó el tomo correspondiente, se encontró con estaban tachados los nombres, y comprendieron que se había cometido un delito; fue a ver donde correspondía estuviera el acta de nacimiento, y burdamente habían sido arrancadas las hojas, quedando trozos de ellas adheridos al libro. En el primer momento se pensó hacer la correspondiente denuncia policial, pero después pensó con el legislador provincial que para no dar a publicidad este hecho delictuoso era mejor llevar personalmente una nota al director general del Registro. Este funcionario puso el hecho enseguida en conocimiento de doña Juana, y ésta se lo transmitió a Perón, ordenando éste que lo hicieran desaparecer a mi hermano. Poco después, por un simple telegrama, era separado del cargo".



Según los autores antes citados este supuesto testimonio pertenece al abogado Darío Rodríguez del Pino.
Lo cierto que para ese entonces Perón no tenía tanto poder como para poder disponer, cesantear, etc. de funcionarios provinciales; sin negar con ello que fraudulencia del documento existió, pero más por la vergüenza en aquellos años -de pacatería moral hipócrita- de aparecer como hija "adulterina", que por cambiar el año de nacimiento por coquetería femenina -que no se dijo- por el de 1922 en vez de 1919 como había sido realmente.


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