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Channel: PROFESOR DANIEL ALBERTO CHIARENZA
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21 DE ENERO DE 1973: COMIENZA LA CAMPAÑA PROSELITISTA DEL FREJULI EN SAN ANDRÉS DE GILES.

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Cámpora tirando unos "tacazos" en el billar de su pueblo, 
antes de su discurso en San Andrés de Giles.

El 20 de enero, al exponer el programa del Frente Justicialista de Liberación Nacional (FREJULI) ante un conjunto de dirigentes, Héctor Cámpora diría: “Voy a llegar al gobierno en virtud de un mandato que ustedes conocen. No lo he buscado ni querido, pero lo he recibido modestamente y lo cumpliré, con energía, hasta el final, en beneficio de mis compatriotas. He recibido ese mandato por una condición personal que, entre otras cosas, ha caracterizado toda mi vida.

El Tío Cámpora después de exponer el programa de gobierno del FREJULI.
“Algunos la consideran un defecto, otros una virtud y de las más honrosas en cualquier hombre. Voy a hablarles en primer término, de la lealtad. Lealtad incondicional a mi patria, lealtad total incondicional a mi movimiento. Lealtad total incondicional a mis verdaderos amigos. Considero que el más grande de todos ellos es el general Perón y le he sido leal durante el gobierno y desde el llano. A esta lealtad personal se suma la lealtad especial que merece un jefe”.

El afiche de Cámpora con la palabra por él sugerida: LEALTAD.
Al día siguiente, en San Andrés de Giles, se lanzaba la campaña electoral del FREJULI. La falta de medios económicos cuantiosos para la campaña fue compensada por el entusiasmo de millares de militantes, que munidos de aerosoles –como en 1946 fueran la tiza y el carbón- llenaron las paredes con sus consignas: “Cámpora al gobierno, Perón al poder”, “Liberación o dependencia”.
El mismo “Tío”, relataría la situación: “El Frente Justicialista de Liberación inició su campaña el 21 de enero de 1973 en San Andrés de Giles, mi ciudad por adopción, de la que tanto he recibido. Fue un acto en el que se destacaba una sola presencia: el Pueblo. Constituyó una verdadera movilización popular con precarios medios de transporte y su entusiasmo dio el tono a decenas de actos en todo el país, al que recorrí por segunda vez sin omitir provincia ni pueblo importante. En todos ellos encontré una respuesta renovada de adhesión y de fe en el Partido del General Perón. La campaña del Frente fue única y las otras fuerzas políticas quedaron en buena medida confinadas a los medios de comunicación. Es que el Peronismo había ganado la calle y no quedaba espacio para nadie más”.

 Un peronismo movilizado ganas las calles 
en la campaña proselitista de 1973.

“Pero no fueron pocas las dificultades que confrontamos. A la escasez de recursos, se sumó la constante amenaza de una proscripción con el infundado alegato de que nos apartábamos de las normas de convivencia democrática, cuando ciertamente representábamos la mayoría popular”.

Todo el arco peronista se moviliza ante la posibilidad de una nueva injusta proscripción. Aquí Abal Medina, Cámpora y Rucci.

“De manera diferente a los candidatos de los otros partidos, no recurrimos a la utilización de los medios de comunicación en masa [con perdón de la palabra] porque nos estaban limitando, en primer lugar porque la escasez de recursos y, además, por la presión oficial que se ejercía sobre ellos. De todos modos teníamos la certeza de que era preferible nuestro método: tomar contacto directo con el Pueblo mediante movilizaciones y concentraciones populares”.

Aquellas emocionantes movilizaciones del ´73.
“Recuerdo con emoción que dos afiches que bien ilustraron lo que significábamos así como nuestro estado de ánimo. Uno de ellos reproducía un mensaje del General Perón que decía: Al Compañero y Amigo Cámpora: Tenga la seguridad  de que todos los compañeros del Movimiento Nacional Justicialista estaremos junto a usted en la tarea de la reconstrucción nacional”. El otro afiche propuesto por la Comisión de Propaganda reproducía mi imagen en camisa azul, pero sin acuerdo sobre la leyenda escrita que debía llevar; yo dirimí la discusión diciendo que una palabra bastaba LEALTAD; el pueblo argentino me interpretaría”.

Uno de los característicos afiches de la campaña del ´73.
“El contacto directo con nuestro Pueblo, premió mis sentimientos con esa denominación tan propia de modalidad argentina para expresar, más allá de los vínculos familiares reales, sinceras relaciones de afecto y es así que me llamaron EL TÍO […]”. Del texto de Héctor J. Cámpora “Cómo cumplí el mandato de Perón”. Buenos Aires, ediciones Quehacer Nacional, 1975.


Los déficits generados por la campaña en varias provincias, pudieron ser salvados merced al aporte de algunos sectores de empresariado nacional (nucleados en la CGE) y –principalmente- de la Unión Obrera Metalúrgica y la CGT.




















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