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Channel: PROFESOR DANIEL ALBERTO CHIARENZA
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28 DE ENERO DE 1991: NOMBRAMIENTO DE DOMINGO CAVALLO COMO MINISTRO DE ECONOMÍA.

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Carlos Menem, con el gato de Campi-Soldán en la cabeza, en un gesto extremadamente cariñoso con el "Mingo" Cavallo.

La política troglodita de Menem –neoliberalismo, privatizaciones, indultos a los genocidas y “relaciones carnales” con Estados Juntos- no provocó durante un tiempo la pérdida de su base popular. Sorprendentemente el gobierno, al servicio de las grandes corporaciones trasnacionalizadas, lograba no solo el apoyo del Barrio Norte oligárquico, sino de las barriadas del conurbano e inclusive, de buena parte del “medio pelo”. Gobernaban “los hombres de Perón” -que se suponía seguían sus enseñanzas- pero puede estimarse que la causa más importante fue la contención del proceso hiperinflacionario que se había desbordado en los últimos meses del gobierno de Alfonsín.

Carlos Menem, en los momentos de mayor popularidad, recibe a los "pendex stones".

Menem no habría olvidado el consejo de Franco Macri respecto a Domingo Felipe Cavallo. Pero parece que Macri se ocupó de recordárselo varias veces: “Yo lo había conocido a Cavallo –relata Macri- en su época de presidente del Banco Central y también cono presidente de la Fundación Mediterránea y había mantenido muchas reuniones con él, tanto en mi casa como en mi oficina, en las que comentábamos, sin profundizar detalles, su pensamiento económico. Cavallo me parecía realmente capacitado y estaba dispuesto aceptar el cargo de ministro de Economía […] Convencido del deseo de Cavallo de colaborar y de sus innegables condiciones, con el apoyo de mis colegas, aconsejé al doctor Menem que lo tuviera en cuenta […] Nunca fui su amigo [de Menem] en el plano social, pero colaboré intensamente en los esfuerzos de la nueva administración […] y siempre que me consultaba trataba de responderle en la forma más objetiva y desinteresada posible”.

"Era el trio más mentao...": Duhalde, Menem y Franco Macri.
Con el aval de Macri y otros –la burguesía trasnacionalizada controlando el poder en nombre del movimiento nacional peronista- Cavallo pasa de la cancillería al ministerio de Economía casi en febrero de 1991.
“Mingo” había nacido en San Francisco, Córdoba, en 1946, en una familia de clase media en la que su padre se dedicaba a la fabricación de escobas. Con su título de Doctor en Ciencias Económicas bajo el brazo, recibe su barniz en Harvard, “becado por la OEA”, y trabaja en la Fundación Ford, en 1977. Con estas condecoraciones, colabora con la dictadura genocida siendo vicepresidente del Banco de Córdoba (1978/79) y presidente del Banco Central (1982), donde participa junto a González del Solar, de la operatoria de seguros de cambio por la cual es trasladada al Estado la deuda externa de gran cantidad de empresas. En 1985, compra en 950.000 dólares el primer lugar en la lista de diputados al Partido Justicialista de Córdoba y llega así a convertirse en legislador nacional. Designado ministro de Relaciones Exteriores por Menem en 1989, pasa a Economía en 1991, al mismo tiempo que continúa siendo economista de la Fundación Mediterráneo.

En Harvard, Cavallo ignoró las denuncias contra Videla.

Cuando llega al ministerio, Cavallo se encuentra con que la hiperinflación no ha podido ser aniquilada por sus antecesores y ha tenido varios remezones. Implementa entonces un llamado Plan de Convertibilidad.

El "Mingo" Cavallo, feliz, con su Plan de Convertibilidad.
Rapoport señala que “el nuevo programa tenía tres ejes principales de acción. La piedra angular era la Ley de Convertibilidad que, al establecer una paridad cambiaria fija y exigir un respaldo total de la moneda en circulación, trataba de lograr una estabilidad de precios a largo plazo”. El Banco Central ya no podría cubrir déficit emitiendo moneda, pues solo podría hacerlo para comprar dólares de manera que el aumento de circulante se correspondiera con un paralelo aumento de reservas. “El segundo eje era la apertura comercial, que buscaba disciplinar al sector privado, dejándolo inhibido para incrementar sus precios ante la competencia externa”, es decir, preponderancia del producto importado, estimulado por la libre importación y el tipo de cambio sobrevaluado, “El tercer eje estaba constituido por la reforma del Estado, y especialmente, el programa de privatizaciones […] Se trataba de arribar al equilibrio de las cuentas fiscales, reduciendo el gasto, incrementando los ingresos regulares y sumándole una importante masa de ingresos transitorios con la venta de las empresas públicas”.


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