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Channel: PROFESOR DANIEL ALBERTO CHIARENZA
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6 DE AGOSTO DE 1971: MUERE EL VIOLINISTA ELVINO VARDARO.

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Nació el 18 de junio de 1905 en el barrio del Abasto (Buenos Aires); 
sus padres Félix Vardaro y Juddy Fino. Violinista, director y compositor.
 
Violinista, director y compositor nacido en Buenos Aires, en el barrio del Abasto, el 18 de junio de 1905. Es el referente obligado cuando se habla de violín en el tango. Para Luis Adolfo Sierra, “el más notable instrumentista de todas las épocas del tango” y continúa historiando “[…] el violín es posiblemente el más antiguo de todos los instrumentos del tango, he escrito alguna vez que el tango nació en un violín; que fueron los músicos negros, violinistas casi todos –a quienes personifiqué en Casimiro-, los que convirtieron en música –ritmo, melodía, armonía y timbre- los firuletes que la alpargata bordada y, si cuadraba, el taquito militar, alardeaban sobre el piso de las academias. Ferrer subraya, refiriéndose a Vardaro: “El mayor intérprete del violín de tango juntamente con Antonio Agri, a lo largo de cuarenta años de actuación”.

Horacio Ferrer asegura, en su carácter de historiador del tango, que Elvino Vardaro fue "el mayor intérprete de violín de tango juntamente con Antonio Agri, [...]".
 
Vardaro no fue un intuitivo ni un orejero. De chiquilín cursó en los conservatorios. Estudió con Fioravanti Brugni y se perfeccionó con Georges Baré. Tocó primero, siendo casi un niño –tendría más o menos 15 años- en cines, hasta que Juan Maglio “Pacho” lo incorporó a su orquesta. Luego pasó por el conjunto de la bandoneonista Paquita Bernardo y estuvo con Roberto Firpo. A fines de 1925 fue primer violín de la Orquesta Típica Víctor, con la que permaneció por espacio de siete años. Al mismo tiempo, integró casi todos los conjuntos de esa casa grabadora y –entre 1926 y 1929- estuvo con Pedro Maffia (1928) y enseguida codirigió otra con Osvaldo Pugliese.

Juan Maglio "Pacho" y su evolución, primero con su cuarteto y luego con su orquesta.
 
En 1933, y hasta 1937, dirigió su propio sexteto, que se presentaba en el café Germinal de Buenos Aires y en el Tupí Nambá de Montevideo. Siguiendo los planteamientos orquestales iniciados por Julio De Caro, el sexteto de Vardaro permitió el lucimiento personal de varios de sus solistas. Lo integraban, además de Vardaro como primer violín, José Pascual en piano –el famoso autor de Arrabal-, un jovencísimo Aníbal Troilo, y Jorge Argentino Fernández en bandoneones, Hugo Baralis como segundo violín y Pedro Caracciolo en contrabajo. Sin embargo, considerado poco comercial por las empresas grabadoras, no quedan registros fonográficos de esta agrupación. No obstante, para conocer su afinación, su fraseo y su sonido, han quedado algunas placas de su actuación con la típica de Luis Petrucelli, como Cosas viejas y De prepotencia; con el trío Víctor, Presumido y Página gris, con Juan Carlos Cobián, El único lunar; con la orquesta típica “Los Provincianos”, El distinguido ciudadano, con Adolfo Carabelli, Alma y Mía, con Carlos Marcucci, Tinieblas, con la Orquesta Típica Víctor, Ventarrón y con Osvaldo Fresedo, Te llama mi violín y La cumparsita, entre otros.



También en esa época tocó con Juan Guido. Cuando el sexteto se disolvió, colaboró como primer violín con diversos directores, entre ellos Ciríaco Ortiz, Joaquín Do Reyes, Carlos Di Sarli, Fulvio Salamanca y Pedro Maffia; en 1957 integró el septenio “Los Astros del Tango” y fue primer violín de las orquestas de cuerdas de Astor Piazzolla, con esta orquesta, grande, tiene una versión de La cumparsita (a la que luego llamaron La Cumparsola); allí el violín de Vardaro canta en las alturas, inmediatamente por debajo o tal vez por encima de los coros celestiales. Y si Homero expósito no se enoja, diríamos que ese canto da la sensación de un arco de violín clavado en el medio del pecho.


 
Como se dijo tangencialmente, por los años sesenta se sumó a las huestes del Nuevo Tango y, siendo mucho mayor que Piazzolla, militó disciplinadamente a sus órdenes. “Es maravilloso –dijo- cómo Astor nos capta y nos comprende a cada uno de nosotros en sus arreglos”. También confesó: “En cierta oportunidad pude ir a tocar con D’Arienzo, ganando cinco veces lo que en ese momento recibía. Pero no fui. D’Arienzo no es lo que yo quiero”. Con D’Arienzo tocaba otro gran violinista, que había tenido una orquesta nada desdeñable: Cayetano Puglisi.


 
Como compositor, escribió entre otros Tinieblas, Mía, Dominio, Humos de reina, y el más famoso de sus tangos, Te llama mi violín.


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