El ministro de Economía, Axel Kicillof, mantuvo una reunión de casi cuatro horas con el abogado Daniel Pollack, designado por el juez Thomas Griesa para mediar con los fondos buitre. Según un comunicado oficial, la delegación argentina reiteró el pedido para que se reponga el "stay" [suspensión del fallo de Griesa] y expresó la voluntad de "seguir dialogando para asegurar condiciones justas, equitativas y legales" para el 100% de los bonistas.
Un calor agobiante se sentía en la esquina de Park Avenue y 46 Street, una de las zonas de edificios más imponentes de Manhattan. Entre los abogados y hombres de negocios que a pesar de los 34 grados ingresaban de impecable saco y corbata a sus oficinas, pasadas las 2 de la tarde se bajó de una camioneta negra el ministro de Economía, Axel Kicillof, acompañado por el resto de la comitiva oficial. Subió hasta el piso 27º, donde lo esperaba el mediador designado por el juez Thomas Griesa, Daniel Pollack. Mantuvieron un encuentro a solas durante casi cuatro horas, en las que hablaron en inglés sin traductores ni intermediarios.
De acuerdo al parte oficial, Kicillof expuso “pormenorizadamente” la posición de Argentina en el litigio con los holdouts (fondos buitre), planteó la necesidad de reponer la suspensión (“stay”) del fallo de Griesa y detalló "el origen de los títulos de deuda en discusión (megacanje-cavallista), las causas del default de 2001 y las numerosas y efectivas medidas que se tomaron desde 2003 a la fecha para normalizar las relaciones financieras internacionales del país".
Por su parte, Pollack informó que la última semana también se había reunido con representantes de los fondos buitre y que todos manifestaron la voluntad de volver a encontrarse. “Las discusiones fueron francas, los temas principales fueron identificados y las partes indicaron una intención de continuar reuniéndose”, completó Pollack. Ayer por la noche, Kicillof regresó a Buenos Aires, por lo que el próximo encuentro aún no tenía fecha.
Tras una primera reunión formal, que se había realizado el viernes 27 de junio con el abogado de argentina Carmine Bocuzzi, el gobierno nacional dio en este día un paso importante en el difícil camino hacia la resolución del conflicto con los fondos buitre. El ministro de Economía le explicó cara a cara a Pollack por qué no podían cumplir con el fallo de Griesa, algo que venía repitiendo públicamente y en distintos foros internacionales.
"Se dejó en claro que la sentencia de Griesa, tal cual se interpreta, sería de imposible cumplimiento; que reponer el stay sería necesario ya que el caso involucra no sólo a los litigantes, sino que también se podría extender a todos aquellos bonos que no ingresaron a los canjes; y que obstaculizaría el cobro a los tenedores de los canjes 2005 y 2010", detalló un comunicado emitido por el Ministerio de Economía, minutos después de la reunión. El Gobierno sostiene que con esa sentencia, no sólo habría que pagarles 1500 millones de dólares a los fondos beneficiados por el juez, sino que detrás vendría el reclamo por 15 mil millones del resto de los otros bonistas que no aceptaron la reestructuración y, en última instancia, un pedido por más de 120 mil millones de los bonistas reestructurados que podrían exigir las mismas condiciones de pago, en función de la cláusula RUFO.
Mientras transcurría esa reunión, se conoció un artículo publicado en la web del diario Financial Times donde Jay Newman, uno de los principales ejecutivos del fondo Elliot Management, fondo buitre, se quejaba de la actitud argentina, ponía en duda el impacto del fallo judicial y aseguraba que habían comprado parte de los bonos argentinos antes del default.
“No pueden pretender victimizarse, debe quedar en claro que nunca le prestaron plata a nuestro país. Argentina está dispuesta a negociar desde 2003, pero son ellos los que se negaron una y otra vez. Ahora pretenden hacerlo tras la sentencia a favor, o sea teniendo al país al borde del default”, respondieron fuentes cercanas a la delegación argentina.