Agustín José Donado.
Agustín José Donado Bohorques nació en la ciudad de Buenos Aires, cuando aún era Gobierno del Río de la Plata. Se casó con Tomasa de Moles, con quien tuvo una hija, Micaela Donado y Moles.
Consta en una lista del 14 de septiembre de 1799 que Agustín Donado era a los 31 años uno de los 62 alumnos que asistían a las clases de dibujo de Juan Antonio Gaspar Hernández, en la Academia de Dibujo que acababa de fundar el Secretario del Consulado de Buenos Aires Manuel Belgrano.
Desde fines del siglo XVIII existían movimientos más o menos organizados con el fin de lograr un cambio en la situación política local. En 1795 la Logia Independencia se reunía en un local conocido con el nombre de Residencia, situado en la calle Bethlem (actualmente es una cortada que rodea a la Plaza Dorrego en San Telmo), entre Defensa y Balcarce, y se instauró contra ellos un proceso por una supuesta conspiración. Algunos de los que la componían eran: Juan Barbarian, un panadero de nombre Luis, Santiago de Liniers y Andrés Desplaud. En 1806, el edificio de la Residencia se destinó a convertirse en Hospital de enfermos crónicos, por lo cual los logistas desalojaron el local.
El siguiente movimiento en ese sentido fue para algunos la denominada "Sociedad de los Siete", integrada por Agustín Donado, Manuel Belgrano, Juan José Castelli, Juan José Paso, Hipólito Vieytes, Nicolás Rodríguez Peña y el canónigo Manuel Alberti. Existiera o no formalmente como tal, el grupo de opinión era un hecho y operaba en pos de lograr la autonomía política y comercial. Tras las invasiones inglesas, algunos de sus miembros mantuvieron su objetivo, despojado ya de todo carácter masónico, y fueron involucrando a otros miembros de la comunidad.
El 28 de noviembre de 1809 vencía el plazo de arrendamiento de la Real Imprenta de Niños Expósitos que Juan José Pérez había ganado ilegítimamente cinco años antes, entonces lo sucedió Donado, lo que le daba el acceso a una suculenta información y su congruente control. Dada esta labor, podría considerárselo el primer obrero gráfico de la historia argentina.
En los sucesos previos a la Revolución del 25 de Mayo de 1810 se constituyó en uno de los principales agitadores, integrando el grupo de Los Infernales, con French, Beruti y otros. Desde su puesto, colaboró activamente con el movimiento revolucionario e inclusive jugó un rol de suma importancia al confeccionar tarjetas falsas de entrada al Cabildo Abierto del 22 de Mayo, facilitando así el ingreso de los partidarios de la revolución; si es así, hubiese tenido un estratégico poder de acceso al mismo.
En julio de 1810 pasó a ser alcalde, aunque al mismo tiempo siguió a cargo de las tareas de imprenta. En todos estos sucesos sus criterios políticos coincidieron fervorosamente con el morenismo. Por esta razón, al producirse la revolución del 5 y 6 de abril de 1811 fue detenido y deportado a Luján. Regresó a la actividad política al producirse la vuelta de los exmorenistas, con el Segundo Triunvirato, en octubre de 1812. En esa época se destacó como uno de los más fervorosos integrantes de la Sociedad Patriótica liderada por Bernardo Monteagudo y parecería ser que fue participante en la creación de la escarapela nacional.
En la Asamblea del Año XIII participó como diputado en representación de San Luis. Dada su identificación con el exmorenismo, colaboró con los gobiernos de Posadas y Alvear, siendo desterrado a San Luis en 1815, al caer el director supremo Carlos María de Alvear. Volvió a la actividad política, años después, a su cargo de comandante del resguardo Marítimo, pero fue dejado cesante por los directoriales en 1819. Consecuente con sus posiciones populares, apoyó luego al gobierno de Dorrego, alcanzando diversas representaciones, pero fundamentalmente fue miembro de la Legislatura en 1828.
Falleció el 14 de diciembre de 1831, quedando en el olvido, quedando en el olvido, sin que se le haya hecho el reconocimiento debido como uno de los principales hombres de la tendencia revolucionaria de Mayo.