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Channel: PROFESOR DANIEL ALBERTO CHIARENZA
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9 DE AGOSTO DE 1929: NACIMIENTO DEL SINDICALISTA COMBATIVO Y MILITANTE REVOLUCIONARIO ATILIO LÓPEZ.

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 El dirigente sindical y vicegobernador por el Frejuli de la provincia de Córdoba, el militante combativo Atilio "el Negro" López.

Hipólito Atilio López, "el Negro", nació en Córdoba. Dirigente gremial y político, perteneciente al Movimiento Peronista y vicegobernador de Córdoba. Su padre era sastre de la cárcel y su madre ama de casa. “Hipólito” como primer nombre se debe al respeto por el presidente Yrigoyen y la simpatía por la UCR. Asistió a la escuela Olmos. Abandonó la escuela primaria dedicándose a trabajar. A los 15 años era cadete en una fábrica de galletitas. Siempre manifestó una resolución firme por la defensa de los trabajadores. A los 21 años ingresó como chófer a la empresa de transporte automotor CATA.

Atilio López al centro, de traje gris y chaleco negro, marcha junto a Agustín Tosco. Años después, el discurso de Tosco en el cementerio fue memorable. El Gringo despidió por última vez al compañero de tantas luchas, al militante de tantos plenarios clandestinos, de tantas jornadas de combate.
 
Carismático e inteligente, fue elegido delegado sindical en la UTA. La mayoría de los trabajadores cordobeses de su generación se identificó con el peronismo, y en la resistencia dirigió la primera huelga proclamando los programas obreros de Huerta Grande y La Falda.

La historia del “Negro” Atilio Hipólito López –había nacido en un hogar de cuna radical y luego, cuando inició su militancia gremial, abrazó hasta el fin de sus días la causa peronista- ha sido no casualmente silenciada.
 
A los 27 años era secretario general de UTA y de la CGT-Combativa de Córdoba, pluralista y antiverticalista. En 1969, junto a Elpidio Torres y Agustín Tosco fueron los actores del Cordobazo.
En abril de 1971 los partidos políticos inician su etapa de reorganización nacional y provincial para las elecciones que restablecerían nuevamente un sistema acotado de gobierno. Así se constituyó el Frejuli, integrando la candidatura a vicegobernador, acompañando a Ricardo Obregón Cano, como gobernador. Triunfaron, después de una segunda vuelta electoral el 15 de abril de 1973 y juraron el 25 de mayo ante la Asamblea Legislativa de Córdoba.
El peronismo aconsejó a las organizaciones obreras de la CGT y a los empresarios de la CGE que suscribieran el denominado Pacto Social el 8 de junio de 1973; que fijaba la política antiinflacionaria y la pauta salarial del trienio. Pero, algunas organizaciones gremiales de peso estaban en desacuerdo con las limitaciones impuestas a los reajustes de salarios por inflación. Estos gremios se reconocen en la corriente peronista denominada Tendencia Revolucionaria.

Uno de los tantos homenajes de reconocimiento desde el Proyecto Nacional y Popular a Ricardo Obregón Cano y Atilio López.

Con la vuelta de Perón al país se inicia una ofensiva abierta del peronismo de derecha  contra los gobernadores unidos a la legitimidad popular de la Tendencia Revolucionaria. El 1 de febrero de 1974, la CGT de la provincia de Santa Cruz denuncia “infiltraciones marxistas en el gobierno provincial”. Días después las 62 organizaciones en Salta resuelven “declarar personas no gratas al gobernador de la provincia (…) por ‘ser cabezas visibles del aparato mentado por el marxismo’”. Esta ofensiva se repite en la provincia de San Luis y en Mendoza.

Antes de la llegada definitiva de Perón-López Rega, la Tendencia Revolucionaria arrasó políticamente en todo el país. Luego la brújula se oriento decididamente en favor de la derecha.

En Córdoba, la derecha peronista ubicó a Obregón Cano y López en el bando de los enemigos y la provincia se convirtió en uno de los campos de batalla de la época. El primer punto de desgaste político fue el aumento salarial reclamado y obtenido por los trabajadores del transporte y la aprobación del Estatuto del empleado público en diciembre de 1973. Perón acusa a las autoridades de Córdoba de “romper el Pacto Social” y señala que éste “no puede tener eslabones débiles”. Los diarios anticipan la posibilidad de una intervención federal y citan al “Líder” diciendo: “Córdoba es un foco de infección”.

Civiles armados patrullan con total impunidad las calles de Córdoba durante el Navarrazo y con el interventor Lacabanne.

Coadyuvó el lock-out organizado por la Cámara del Transporte de Córdoba el 19 de febrero de 1974, en rechazo al aumento salarial otorgado por el ministerio de Bienestar Social de la Nación; los empresarios dispusieron el retiro de casi 1/3 de los ómnibus de la provincia, para poder aumentar la tarifa. A su vez, el vicegobernador, dirigente de la UTA-Córdoba, quedaba sin capacidad de maniobra y movilización para organizar manifestaciones de apoyo a su gobierno.

Atilio López y Elpidio Torres, piden con la fuerza de las bases en las calles por la excarcelación de Agustín Tosco.

El gobernador Obregón Cano, en una situación de pérdida de confianza, el 27 de febrero ordena la remoción del jefe de la policía de Córdoba, el coronel Antonio Domingo Navarro, exjefe de la policía militar del tercer cuerpo del ejército. Horas después las fuerzas policiales se amotinan en el Cabildo de Córdoba, aduciendo una "infiltración marxista" en el gobierno. Los ómnibus de la FETAP, ausentes durante días en las calles de Córdoba, serán parte de las barricadas montadas por los grupos parapoliciales. El gobernador respondió con la exoneración definitiva de Navarro y puso en su lugar al inspector mayor Rubén Cuello, quien ejercía la subjefatura desde que Navarro detuviera al exsubjefe, coronel Julián Chiappe. Esa misma tarde, grupos de civiles habían tomado las emisoras LV2 -La Voz del Pueblo- y LV3 -Radio Córdoba- y comenzado a emitir comunicados en apoyo al jefe de la insurrección. Una de las transmisiones decía que Navarro representaba “una garantía de orden”. En respuesta, el gobierno difundió la siguiente declaración: “Antonio Navarro, en franca actitud de rebeldía, lejos de acatar la orden recibida, engaña a sabiendas a parte del personal policial y, con el apoyo de pequeños grupos repudiados por la ciudadanía, se rebela, pretendiendo ser fiscal del gobierno electo por todo el pueblo de la provincia”.

Medios nacionales informan sobre la situación de Córdoba, en lo que después sería conocido en la historia popular como el "Navarrazo".
 
El ministro de Trabajo de la Nación estaba en la ciudad cordobesa de Alta Gracia asistiendo al Congreso “Normalizador” de la CGT y no actuó en favor de las autoridades locales. Perón optó por la prescindencia -"que se cocinen en su propia salsa", dijo-, lo cual en la práctica se tradujo en carta blanca para la derecha peronista, que encontró en el jefe de la policía, al cabecilla de una asonada de uniformados cordobeses apoyados por comandos civiles que expulsaron del gobierno a Obregón Cano y a López en la noche del 27 de febrero.

Agustín Tosco despide a Atilio López, asesinado por la Triple A.

En cercanías de Capilla del Señor -provincia de Buenos Aires- el 16 de septiembre de 1974, 130 balazos calibre 9 mm fueron descargados sobre los cuerpos de Atilio López y el de su acompañante Juan José Varas, por sicarios de la Triple A.



Ilustración Musical

SETENTISTAS - ATTAQUE 77



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