Pedro De Paoli (1897-1986). Maestro, periodista, escritor e historiador.
Descendiente de inmigrantes piamonteses, nació en Casilda, provincia de Santa Fe.
Estudió en Rosario y fue maestro rural. Ejerció el periodismo y la literatura ligados a la temática social. Participó como cronista voluntario del ejército francés en la Gran Guerra. Colabora con el movimiento anarquista en su lucha pedagógica.
Se integró al gremialismo agrario como delegado de la Federación Agraria Argentina (FAA), asociación a la que muchos años después deshonraría un tal Eduardo Buzzi. Gerente de la Asociación de Cooperativas Agrarias. Escribió novelas cortas: “El desalojo”, “El tesoro de todos” y “Chacareros y bueyes”.
Relacionado con su militancia agrarista publicó en 1935 un libro de denuncia “¡Defrauden!”, sobre la quiebra escandalosa de la FAA. En 1943 El Ateneo le edita “Función social de la radiofonía” y, al año siguiente, “Trayectoria del gaucho”, haciendo una valorable observación: “La mayoría de los cultores criollos, y lo mismo los innumerables centros tradicionalistas, se afanan por explicarnos cómo era el sombrero del gaucho, si de paja o de piel de mono, si era copudo o chato, si el ala tenía ocho centímetros o seis; si el chiripá le llegaba a las rodillas o a los tobillos; como era el ‘recao’, etc. Pero rara vez se trata personalidad espiritual del gaucho y de la tragedia que culminó con su exterminio. Por eso suele darse el caso curioso y extraordinario de que en el mismo acto en que se rinde homenaje al gaucho, y hablándose del mismo tópico, se canten loas a quienes decretaron su aniquilamiento”.
De Paoli luego lo profundizaría (1947) en “Los motivos del Martín Fierro en la vida de José Hernández”, refutación a la crítica tradicional oligárquica que desvinculaba las desdichas de Fierro del contexto social y político de su época y de las luchas libradas por el propio Hernández a lo largo de su vida.
Para entonces, De Paoli –integrante del Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas- había adherido desde una posición nacionalista popular a la revolución de junio de 1943 y a su derivación histórica, el gobierno de Juan Domingo Perón. Nunca abandonó su militancia peronista, pero nunca ocultó sus críticas al movimiento cuando las hubo. Escribió “Peronistas: ¿moriremos ahorcados?” (1949) y prologado por su amigo José Luis Torres. Alerta sobre la desaceleración del ritmo revolucionario, provocada por el accionar de una burocracia obsecuente y traidora, “tránsfugas y vendepatrias” dice. Y aconseja “Desconfiemos de aquel que se une al vencedor al día siguiente de la victoria. Viene en busca de botín”.
Critica duramente la enseñanza de la historia. “Lo que históricamente como tradicionalmente, se condenaba antes, se sigue condenando ahora”, remarca. Por eso publica “Motivos del revisionismo y antirevisionismo histórico” es decir los aspectos ideológicos escondidos detrás de la falsificación de la historia, o sea la entrega de la patria, su colonización: “Por eso la oligarquía ilustrada que gobernó el país desde la caída de Rosas hasta nuestra revolución del 4 de junio de 1943, tuvo especial interés en dominar totalmente todo cuanto se relacionara con la cultura: las universidades, las escuelas, el periodismo y la literatura. Por eso fabricó próceres caprichosamente y llenó al país con sus estatuas y las calles y plazas con sus nombres. Por eso vilipendió a otras figuras históricas, dignas y patrióticas, las que están proscritas injustamente ante la opinión pública. Por eso procuró y lo consiguió en gran parte, cambiar el alma nacional, borrar cuanto de España y de latinos tenemos, cuanto de espiritual sentimos, cuanto de tradición vivimos. Por eso procuró cambiar nuestro espíritu nacional por otro internacional, y por eso ha procurado apagar la llama católica de nuestra fe, por la nada fría y despiadada de la incredulidad”.
Su obra mejor calificada es “Vida del Brigadier General don Juan Facundo Quiroga, víctima suprema de la impostura” (1952).
Pedro de Paoli murió en Mercedes, provincia de Buenos Aires, el 15 de junio de 1986.